Tenía ganas de escribir. Y aquí estoy.
Claro, lo más fácil para mí sería escribir sobre fútbol. Un partido, un comentario, describir un jugador, dar una información, analizar el presente y proyectar el futuro de un equipo o de un entrenador. Pero no. No estoy acá para eso y tampoco quiero que te des una vuelta por acá para leer sobre fútbol.
Se me ocurre escribir de lo que sea. De una película que ví, de una serie que me gustó, de una obra de teatro que te puedo recomendar. De un plato de comida o de un restaurante que volvería a ir o que no. De un disco nuevo, viejo, de una canción de siempre o de esos nuevos sonidos que escuchan. En definitiva de lo que quiero y lo que no quiero.
Puedo hablar también de lo cotidiano, de la vida de un argentino en Madrid. De lo que se extraña si es que se extraña. De lo que no se extraña. De lo que gané y de lo que perdí.
Llevo 7 años por acá y creo que es un tiempo para contar cosas. Sobre lo que se ve por estos lados y cómo se ve lo que sucede del otro lado del océano a la distancia, en tiempo y espacio.
Perdí el hábito de escribir y lo lamento. Por eso me propuse hacer esto aunque quizás no lo haga bien, aunque cometa errores de sintaxis. Porque me dí cuenta de que escribir es fundamental y ayuda para ordenar todo.
Espero hacerlo al menos una vez por semana y ordenar el día de salida. No lo prometo.
Así que gracias por tu compañía. No cuesta nada que te suscribas, porque aunque hay métodos de pago, de momento no es mi intención pedirte una moneda a cambio de que me leas. Simplemente que estés del otro lado, participes, interactúes. Con poner tu mail, suficiente. De esa manera, cada vez que yo escriba algo, te llegará el correo de aviso a tu casilla.
Nos encontramos pronto por acá o por aquí